Estrategia Española de Economía Circular

La economía circular tiene como objetivo la producción de bienes y servicios de una forma más eficiente y respetuosa con el medio ambiente, reduciendo los consumos de energía, agua y materias primas.

Lo que se persigue con el modelo de economía circular es crear un sistema que permita un aprovechamiento óptimo de las materias primas y de los residuos generados, que está en contraposición del sistema actual que se basa en el usar y tirar.

La economía circular está basada en la prevención, la reutilización y reciclaje de tal forma que los materiales puedan ser utilizados para otras cosas, dándole así una segunda vida y disminuyendo la demanda de materias primas.

Dentro de la estrategia de economía circular uno de los puntos que se persigue mejorar es que los productos sean diseñados con el pensamiento de que deben tener más de un uso.

El pasado 12 de febrero el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha sometido a información pública la Estrategia Española de Economía circular que incluye un Plan de Acción para el periodo 2018-2020. Este periodo de información pública estará abierto durante un mes a partir de la fecha indicada.

Objetivos estratégicos.

1. Proteger el medio ambiente y garantizar la salud de las personas reduciendo el uso de recursos naturales no renovables y reutilizando en el ciclo de producción los materiales contenidos en los residuos como materias primas secundarias.
2. Impulsar el análisis del ciclo de vida de los productos y la incorporación de criterios de ecodiseño, reduciendo la introducción de sustancias nocivas en su fabricación, facilitando la reparabilidad de los bienes producidos, prolongando su vida útil y posibilitando su valorización al final de ésta.
3. Favorecer la aplicación efectiva del principio de jerarquía de los residuos, promoviendo la prevención de su generación, fomentando la reutilización, fortaleciendo el reciclado y favoreciendo su trazabilidad.
4. Promover pautas que incrementen la innovación y la eficiencia global de los procesos productivos, mediante la adopción de medidas como la implantación de sistemas de gestión ambiental.
5. Promover formas innovadoras de consumo sostenible, que incluyan productos y servicios sostenibles, así como el uso de infraestructuras y servicios digitales.
6. Promover un modelo de consumo responsable, basado en la transparencia de la información sobre las características de los bienes y servicios, su duración y eficiencia energética, mediante el empleo de medidas como el uso de la ecoetiqueta.
7. Facilitar y promover la creación de los cauces adecuados para facilitar el intercambio de información y la coordinación con las Administraciones públicas, la comunidad científica y tecnológica y los agentes económicos y sociales, de manera que se creen sinergias que favorezcan la transición.
8. Difundir la importancia de avanzar desde la economía lineal hacia una economía circular, fomentando la transparencia de los procesos, la concienciación y sensibilización de la ciudadanía.
9. Fomentar el uso de indicadores comunes, transparentes y accesibles que permitan conocer el grado de implantación de la economía circular.
10. Promover la incorporación de indicadores del impacto social y ambiental derivados del funcionamiento de las empresas, para poder evaluar más allá de los beneficios económicos que se generen en las mismas, como consecuencia de su compromiso con la economía circular.
11. Consolidar políticas de empleo que favorezcan la transición hacia una economía circular, identificando nuevos yacimientos de empleo y facilitando la creación de capacidades para los mismos.

Ejes de actuación.

• Producción y diseño: Haciendo hincapié entre otros en aspectos como el fomento de la eficiencia energética en alojamientos turísticos, potenciar la Industria 4.0 o desarrollo de normas europeas sobre ecodiseño y economía circular.

  

• Consumo: Incorporando criterios de economía circular en la contratación pública y subvenciones, fomentar la estrategia más alimento menos desperdicios, como las más destacadas.
• Gestión de residuos: Donde se articula como medidas más relevantes, las revisiones normativas del sector, la trazabilidad de los residuos y la inspección de los traslados de residuos.
• Mercado de materias primas secundarias: Fomentando el uso de subproductos a través de la realización de una declaración de estos y una mejor definición del concepto residuo, valorizando residuos de construcción y demolición, así como diversas revisiones normativas.
• Reutilización del agua: Eje sobre el cual se hace un esfuerzo mayor, ya que tiene asignado más del 57% del presupuesto del Plan de Acción.
• Investigación, innovación y competitividad: Se apoyará la investigación, el desarrollo y la innovación, en colaboración público-privada, para asegurar una óptima transición hacia la economía circular.
• Participación y sensibilización: Compartir y divulgar la información sobre los avances obtenidos resulta primordial para poder alcanzar los objetivos marcados. Por ese motivo se fomentara la transferencia de conocimiento y el intercambio de buenas prácticas, así como la realización de campañas de sensibilización ciudadana.
• Empleo y formación:La transición hacia una economía circular requerirá de una mano de obra cualificada con capacidades específicas, para se han definido diferentes actuaciones de educación, empleo y formación para el desarrollo de las capacidades demandadas por este nuevo mercado.

Para llevar a cabo las 70 medidas definidas en el Plan de Acción 2018-2020 se ha destinado una partida de 836,78 millones de euros.