Cálculo del ahorro energético en base al IPMVP, en el sector residencial
El IPMVP (siglas en inglés de Protocolo Internacional de Medida y Verificación de Ahorros), establece las directrices a seguir para cuantificar los ahorros energéticos debidos a la implantación de medidas de ahorro y mejora energéticas.
En el caso del sector residencial, las medidas de eficiencia energética conllevan una reducción en el consumo de energía y una mejora en las condiciones de uso y el confort. Las mejoras típicas a implantar, consiguen un ahorro energético de tres formas:
- Reducen la demanda. Por ejemplo mejorando el aislamiento de la envolvente de un edificio, se producen menos transferencias de calor, dando lugar a menor necesidad de calefacción.
- Mejoran la eficiencia. Por ejemplo, La sustitución de equipos consumidores de energía por otros más eficientes como calderas, lámparas, etc.
- Aportan energías alternativas. Por ejemplo, la instalación de paneles solares fotovoltaicos, etc.
Así para cada una de estos tres tipos de medida, el ahorro energético se puede establecer por comparativa entre el consumo de energía de la vivienda, antes y después de las renovaciones energéticas. De esta manera, lo primero que hay que establecer, es cuál es el consumo de energía antes de las renovaciones.
El consumo de energía en el sector residencial se debe al equipamiento típico en una vivienda, calefacción, iluminación, electrodomésticos, etc, y normalmente este consumo se produce a través del suministro eléctrico y/o de combustibles (gas y gasóleo).
En el caso de que las renovaciones planteadas provocan efectos cruzados entre ellas la opción que mejor se ajustaría para el cálculo de ahorros dentro del IPMVP, sería la C, «análisis global de la instalación» ya que por ejemplo, el ahorro conseguido por la sustitución de una caldera se ve afectado por la reducción de la demanda de calefacción provocada por la renovación o mejora de la envolvente térmica de los edificios al cambiar las ventanas.
Dentro de la opción C, se puede utilizar la facturación de la compañía distribuidora de energía como establece el IPMVP, para disponer de los datos de consumo.
Así, en el caso de viviendas con suministros individualizados, el límite de medida dentro del proceso de medida y verificación según el IPMVP será el total de la vivienda.
En aquellos casos en los que se disponga de suministros centralizados (sistemas de calefacción y producción de ACS centralizados), el límite se corresponderá con el total del propio suministro del edificio entero o conjunto de edificios.
El periodo que se utiliza para establecer este consumo previo a la implantación de las medidas de mejora, se llama «periodo de referencia».
El periodo de referencia considerado debería corresponder con el periodo inmediatamente anterior a la aplicación de las medidas de mejora, considerando al menos un año entero, ya que por ejemplo, la energía consumida en climatización, es distinta en los meses de verano que en los meses de invierno.
Así la principal variable que afecta a las variaciones en el consumo de energía, es la climatología.
Además es fundamental conocer las condiciones de uso de los equipos y sistemas consumidores de energía durante el periodo de referencia, ya que una modificación en estos hábitos, puede suponer que no se consigan los ahorros esperados. Por ejemplo, si en el periodo de referencia se utilizaban 3 radiadores pero durante el periodo demostrativo de ahorro este número se incrementa, esto puede suponer que cuando se vaya a evaluar el ahorro se consuma más energía.
Así es fundamental documentar las condiciones de referencia, antes y después de las renovaciones, como el número de personas que vive en cada vivienda, tanto antes como después de las renovaciones, ya que el aumento de residentes provoca un incremento de demanda de energía en algunos sistemas como por ejemplo en la producción de ACS.
El registro de estos factores «estáticos», permiten calcular el ahorro de una forma más precisa dentro de un modelo IPMVP.
El siguiente paso, para determinar el ahorro energético, consiste en el registro de los consumos de energía después de la implantación de las medidas de mejora (una vez más es posible recurrir a la facturación energética).
Previo a la comparación del consumo de energía antes y después de las renovaciones, es necesario ajustar como ha afectado la climatología al consumo de energía en el periodo demostrativo de ahorro, y verificar que no se han producido modificaciones en los factores estáticos.
Con todo esto, SinCeO2 está verificando el gran potencial de ahorro energético que presenta el sector residencia, tanto a nivel nacional como a nivel internacional.
Autor: Daniel Gordaliza. Departamento de Eficiencia Energética
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