Auditoría Energética de Transporte

Una auditoría energética de transporte consiste en la realización de un análisis y valoración de la flota vehicular de una empresa con el fin de identificar oportunidades de mejora de eficiencia energética.

Para realizar las auditorías energéticas en el sector del transporte será necesario analizar el consumo energético de cada uno de los vehículos que conformen la flota de estudio.

Para ello se debe reunir información acerca de los numerosos factores que pueden influir en el comportamiento de consumo de la flota como por ejemplo:

• cantidad y tipología de combustible consumido,
• distancias recorridas,
• tipología y diseño de rutas efectuadas,
• cargas transportadas,
• mantenimientos realizados,
• o nuevas tecnologías incorporadas a los vehículos.

¿Cuándo solicitar una auditoría energética de transporte?

Según se establece en el RD 56/2016 de eficiencia energética las auditorías energéticas han de realizarse cada cuatro años. No obstante, las auditorías energéticas en este sector conllevan numerosos beneficios, por lo que siempre que se desee optimizar el uso energético de las flotas de transporte es aconsejable realizarlas.

Fases de las auditorías energéticas de transporte

A la hora de afrontar una auditoría energética de transporte, son cinco las principales etapas a seguir que permiten garantizar una óptima planificación de la auditoría energética:

• Fase 1: Reunión inicial
  Dada la tipología del sector transporte, donde los horarios, los tiempos de operación y la movilidad propia de la actividad son factores críticos, es fundamental a la hora de realizar una auditoría energética de la flota mantener una reunión inicial que permita planear el desarrollo de la auditoría de acuerdo a las características de la organización o flota auditadas para que la realización del estudio no suponga una interferencia.
• Fase 2: Recopilación de datos
  Tras la reunión inicial, será hora de recopilar información del consumo energético de la flota de transporte auditada, así como, la información que esté disponible acerca del uso de los vehículos y los criterios y acciones de planificación de la operación de la flota.
• Fase 3: Trabajo de campo
  Después de realizar un primer análisis de los datos recopilados y de la información disponible, el auditor energético visitará las flotas a auditar para evaluar la idoneidad de los datos recopilados y recoger nuevos datos cuando sea necesario.
• Fase 4: Análisis e informe
  Una vez se tiene toda la información, es el momento del análisis. El auditor evaluará la situación de la flota y propondrá oportunidades de mejora de eficiencia energética y establecerá indicadores de desempeño energético que permitirán comparar las condiciones de la flota en año futuros. Todo el trabajo realizado se plasma en un informe de auditoría energética de transporte.
• Fase 5: Reunión final
  Por último, se ha de mantener una reunión final donde se expongan los resultados obtenidos y se debata acerca de cuáles de las mejoras propuestas por el auditor energético serán aplicadas.

Normativa y requisitos de una auditoría energética de transporte

El Real Decreto 56/2016 de Eficiencia Energética por el que se transpone la Directiva 2012/27/UE del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a la eficiencia energética, establece un marco normativo para desarrollar actuaciones dirigidas a la mejora de la eficiencia energética.

Dicho RD determina que las auditorías han de realizarse conforme a la normas UNE-EN 16247-1. En concreto para el sector transporte habrá de tenerse en consideración la Norma UNE-EN-ISO 16247-4 que establece los procedimientos a seguir para desarrollar las auditorías energéticas del sector transporte.

¿Por qué necesitas una auditoría energética de flota de transporte y qué beneficios puede aportarte?

Con la realización de las auditorías energéticas de transporte se obtiene una mejora en la eficiencia energética y una disminución de costes económicos, se consigue una mejora en el medio ambiente mediante la reducción de emisiones, además de aportar un mejor posicionamiento de la empresa en el mercado frente a competidores directos.