Autoconsumo Fotovoltaico
¿Qué es el Autoconsumo?
Al consultar cualquier diccionario, encontramos definiciones del “AUTOCONSUMO” que se refieren a la acción de utilizar o emplear recursos por parte de quien produce un bien para satisfacer sus propias necesidades.
Y éste es el objetivo que se pretende en el AUTOCONSUMO ELÉCTRICO. Disponemos de los medios necesarios para conseguir la capacidad de producir y utilizar, total o parcialmente, la energía que necesitamos para el funcionamiento de nuestros hogares, comunidades de vecinos, empresas o centros públicos. Y además para ser considerado verdaderamente Autoconsumo, la generación de electricidad para uso propio debe realizarse en paralelo con la Red Eléctrica existente y convencional, sin desconectarse de ella y a la que se puede verter el excedente de mi propia generación.
¿Por qué Ahora? ¿Qué ha cambiado en nuestro entorno?
El Autoconsumo Eléctrico no es un modelo nuevo de generación y abastecimiento de energía eléctrica. Su legalización en España se remonta al año 2011 pero con unas importantes restricciones y sin permitir los vertidos a la Red. No es hasta el Real Decreto-Ley 15/2018, de medidas urgentes para la transición energética y la protección de los consumidores, cuando se eliminan y simplifican requisitos disuasorios de la anterior legislación (trámites burocráticos y técnicos, inscripción en un registro, no reconocimiento del derecho al autoconsumo compartido y autoconsumo eléctrico con peajes y cargos) y se produce una apuesta firme por esta forma de generación distribuida.
La nueva Ley Española promueve un sistema alineado con los principales compromisos adquiridos por la Unión Europea en el marco sobre Clima y Energía para 2030: reducción en al menos un 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en cada Estado Miembro con respecto a 1990, el aumento de la cuota de energías renovables en el mix energético europeo en al menos un 27% y el incremento de la eficiencia energética en un 27%.
Y existen otras razones meramente económicas y que afectan a nuestro bolsillo que convierten el Autoconsumo Fotovoltaico en una más que interesante decisión. El desarrollo y evolución de la tecnología ha favorecido la eficiencia de los sistemas y el abaratamiento de sus principales componentes, por lo tanto el importe de las inversiones se ha reducido considerablemente y los periodos de retorno se han acortado.
Por último, no podemos olvidar la evolución de la tarifa eléctrica en los últimos tiempos. Concretamente, en el último año, el precio medio del kWh en el mercado eléctrico mayorista ha experimentado subidas significativas por encima del 8,8%.
La tecnología más eficiente acompañada por la propicia localización de España que otorga un importante número de horas anuales de radiación solar, recomienda el autoconsumo fotovoltaico como elemento para la sostenibilidad de la economía española.
¿Qué beneficios y ventajas obtendremos apostando por el Autoconsumo Fotovoltaico?
- Ahorro en la factura de suministro eléctrico de la Red. Por un lado, al tener nuestra propia generación, disminuimos la cantidad de energía demandada a la Red y, en segundo lugar, deberemos descontar los importes monetarios o los kWh que establezca el Reglamento cuando regule la forma en que la Red compensará las cantidades de energía vertida como excedente de nuestra producción (Balance Neto). Este ahorro se convierte en un menor coste que para las empresas supondrá una ventaja competitiva y para los particulares un aumento de su poder adquisitivo.
- Menor impacto en el bolsillo del “prosumer” (consumidor que generar energía) por efecto del encarecimiento de las tarifas eléctricas ya que el consumo externo disminuye considerablemente.
- Revalorización de la vivienda. Según el Laboratorio Nacional de Energías Renovables (NREL), por cada € ahorrado al usar energías renovables, el valor de la propiedad aumentará en torno a 20€. Cuanto mayor sea la instalación, mayor será el aumento de valor de la vivienda.
- Los sistemas de autoconsumo utilizan fuentes de energía gratuitas, inagotables, limpias y respetuosas con el medio ambiente, como la energía solar o la eólica. Es una buena fórmula para contribuir en la lucha contra el Cambio Climático y una magnifica palanca para relanzar la imagen de la compañía y su compromiso con la Responsabilidad Social Corporativa.
- Al encontrarse muy próximas las instalaciones de generación y los puntos de consumo, se evitan las pérdidas de energía por el transporte a través de la red eléctrica (pérdida del 14%). Contribuimos indirectamente a la Eficiencia Energética del país.
- Mayor fiabilidad y seguridad del suministro eléctrico. Cuanto más pequeñas instalaciones que consumen y donde se genera la electricidad, y lo que sobra lo cede a sus vecinos más próximos, se asegura la calidad del suministro eléctrico en las horas de más consumo, se modulan los picos de la curva de demanda en horas punta y, por tanto, se minimizan los cortes de electricidad y subidas de tensión.
- Una red de suministro en la que se practicara el Balance Neto, exigiría disponer y usar redes inteligentes (Smart Grids) con una buena interconexión.
- Se reduce la dependencia energética nacional y la cuantía de las importaciones de combustibles fósiles. Reducción del déficit energético y por tanto del déficit comercial.
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