Transparencia en la verificación de ahorros energéticos

La verificación de ahorros en los contratos de servicios energéticos es un punto crítico, ya que si no se realiza de forma correcta puede perjudicar a una de las partes.

Para que esta verificación de ahorros proporcione fiabilidad tanto al cliente, como a la Empresa de Servicios Energéticos (ESE), está debería ser llevada a cabo por una empresa independiente que no tenga intereses particulares en el contrato. Esta tercera figura debería ser acordada entre las dos partes, de esta manera el proceso de verificación obtendrá la imparcialidad necesaria.

La verificación de ahorros en los contratos de Servicios Energéticos

Un contrato de servicios energéticos tiene como principal objetivo mejorar las instalaciones energéticas del cliente, produciendo ahorros energéticos, y por consiguiente, económicos.

Para poder tener un control, sobre los ahorros que se producen bajo el marco de este contrato, es necesario que se lleve a cabo una verificación de estos a través de una metodología de cálculo conocida por todas las partes, como es el protocolo IPMVP.

Actualmente la mayoría de las actuaciones llevadas a cabo bajo un contrato de Servicios Energéticos se han realizado directamente entre la Empresa de Servicios Energéticos y el cliente final. El rol de cada uno de los actores involucrados es el siguiente:

• Cliente: Busca la mejora energética de sus instalaciones.
• Empresa de servicios energéticos: Esta es la empresa que se encarga de definir las mejoras, cuantificar los ahorros que se van a obtener y, normalmente, acomete las inversiones directamente.

Bajo este marco, son las propias ESEs las encargadas de verificar los ahorros frente al cliente, lo cual provoca ciertas reticencias por parte de este, ya que tiene que confiar que los ahorros son los marcados por la ESE.

La inclusión en el contrato de una empresa verificadora de ahorros es interesante, ya que está será la encargada de mediar entre ambas partes y definir los ahorros potenciales antes de la firma del contrato, así como verificar los ahorros que se obtienen con la implantación de las medidas definidas en el Plan de Acción.

Esta tercera figura, independiente de ambas partes, deba ser seleccionada de forma consensuada entre ESE y cliente, y será la encargada de dar una veracidad y una seguridad al proyecto definitivo.

Su presencia en el contrato debería ser anterior a la implementación de las medidas ahorro energético y del Plan de Acción, ya que debe ser el encargado de definir la línea base sobre la que se van a calcular los ahorros energéticos que se obtendrán.

Otro cometido importante que debe tener esta tercera empresa es la verificación de los ahorros obtenidos, recopilando los datos necesarios para realizar los propios cálculos de ahorro y los ajustes necesarios en función de la evolución de las variables que afectan al consumo, siempre basándose en lo establecido previamente en el Plan de Medida y Verificación.

Según va madurando el mercado de servicios energéticos, la importancia de la verificación del ahorro energético cobra cada vez más peso y se está empezando a atisbar que es una necesidad para garantizar la fiabilidad y transparencia de estos proyectos.

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